Recuerdos exhibidos en línea
memoria externa,
lo virtual real.
Documentamos, archivamos instantes,
que ya son pasado
y lo volveremos a ver.
El presente preso de instante definido
por el tiempo que tardamos en apretar un botón.
Apretar el botón de una cámara y ahí se congela y se resume el momento.
El momento se delinea entre lo que es y lo que deja huella.
Se publica para que sea visible a los otros.
cuántos más ojos lo vean, más real será.
La adicción de no poder parar de reafirmarse a cada comentario, a cada segundo.
La necesidad de uno mismo de hablar sobre uno mismo.
Los que escriben las paredes ajenas con su nombre están gritando un "aquí estoy yo".
Los que escriben en sus biografías de Facebook, antes muros virtuales, también.
Publicar un pensamiento se convierte en la afirmación de que existimos.
cuanto mayor sea la audiencia, mayor es la afirmación.
Pasar sin pena ni gloria por la vida es como tener un blog que no lee nadie.
(Se puede jugar a ser periodista o artista sin haberse recibido de nada.)
Toda la historia de tu vida puede ser escrita para que te veas mejor de lo que sos.
Pero nadie va a publicar "hoy me drogué por primera vez",
"hoy tuve sexo sin protección",
"hoy me contagié herpes".
Nadie con cierto sentido de la privacidad. O, al menos, lo va publicar como "privado".
¿Cómo quisieras que te recordaran hoy? Escribilo en este espacio en blanco.
Mi biografía de facebook se ve mejor y más bonita que lo que es mi vida real.
¿Les pasa a todos, no?