lunes, 14 de agosto de 2006

Natalicio

Hoy es el 22, pero podría ser cualquier otro número: dos, tres, siete, ocho, diez, catorce, treinta y cuatro, y siguen firmas.
Bingo!, Martín Caparrós
El domingo pasado cumplí años. No puede ser que haya pasado tanto tiempo…
Yo me siento de dieciocho, pero hace cuatro años que me recibí del secundario y aún no tengo demasiado claro qué hacer para “ganarme la vida”. O sea que me parece que en este tiempo “no hice nada productivo”, más que encontrar al amor de mi vida y disfrutar de los placeres mundanos. ¡Casi nada!
Lo malo: La reunión, sin Novio, ¡y la torta (doble) de Madrina, sin velas!
Lo bueno: El Tío se portó re bien, ¡y todavía quedó torta!
Los regalos: Pulsera de los Padrinos, plata del Tío, ropa de los Viejos… Ya veré si algo más.
El balance: ¡Ufa, che! ¡Basta! ¡Paremos el reloj hasta que tenga un laburo fijo, o los estudios encaminados, o me haya ido a vivir con Vos! ¡Que me agarra la crisis de los veintitantos por seguir en Babia!

Mi autoregalo: